viernes, 27 de abril de 2012

La Paz Empieza Contigo

El Dr. Ihaleakala Hew Len señala que siempre necesitamos recordar esa
vieja frase: “La paz empieza conmigo.”Si no hay paz en el mundo, necesitamos empezar individualmente con cada uno de nosotros.
Ho’oponopono se trata de buscar dentro de nosotros deudas, errores o
bloqueos en nuestro subconciente que hace que se repitan como problemas,
juicios, y todo tipo de problemas.
Los bloqueos son internos.
Ho’oponopono es decirle a la Divinidad dentro de nosotros “Lo siento, por
favor perdóname por lo que sea que esta pasando en mí que causa esta
experiencia de ésta forma en el mundo”
Tomando la responsabilidad al 100%.
Cuando tomamos la responsabilidad al 100% de lo que experimentamos en
nuestras vidas, estamos esencialmente diciendo “Soy 100% responsable, el
problema está dentro de mí, y me gustaría que Tú convirtieras lo que sea
este recuerdo, deuda, bloqueo, error o problema, en nada”.
Y cuando la Divinidad convierte el bloqueo o memoria en nada, regresamos a
nuestro estado original que es Cero o la claridad.
Solo cuando tenemos claridad puede la Divinidad darnos visión, inspiración
y todo lo que es perfecto para nosotros.
Sólo necesitamos mirarnos.
El Dr. Len dice que a medida que experimenta cosas en su vida, el regresa a
su limpieza, porque el sabe que “La Paz empieza conmigo”.
El Dr. Len dice que el desea tomar responsabilidad al 100% por las
experiencias de su vida, y cuando tiene problemas y molestias,
constantemente se recuerda a sí mismo que la fuente de todo está dentro de
él.
El problema está dentro de nosotros.
Cuando deseamos ser 100% responsables por lo que experimentamos en
nuestras vidas, cambiamos nuestra percepción del mundo, y las causas de
cambio en el mundo.
Ho’oponopono se trata de tomar 100% de responsabilidad por los
problemas dentro de nosotros.
Buscar afuera de nosotros para resolver los problemas del mundo
 no funciona.
Cambia la forma en que percibes a la gente.
Nuestro trabajo es soltarnos de cómo percibimos a las otras personas.
Al ver a nuestro propio mundo y estándo en paz con nosotros mismos
primero,traemos también paz al mundo (no alrevés).
Ho’oponopono enseña que cuando vemos a la gente y las situaciones y las
juzgamos, necesitamos hacernos una limpieza diciendo en la mente “Lo siento
por lo que hay en mí que hace que perciba ésto de cierta manera”.
El cambio debe ocurrir primero en nosotros.
Ho’oponopono es pedirle a la Divinidad que remueva las fallas de nuestra
alma y mente subconciente para que veamos a la gente como seres perfectos,
de la forma en la que la Divinidad los creó, y cuando interactuamos con
ellos, ellos responderán siendo perfectos. Si queremos ver a la gente sin
problemas, necesitamos eliminar nuestros problemas primero.
Ho’oponopono es solo trabajar en nosotros mismos, y buscar en los datos y
la información de nuestra mente subconciente la causa que afecta a nuestras
vidas.
El enojo es una memoria repitiéndose.
El Dr. Len dice que cuando la gente está enojada, no es la persona quien
tiene el enojo, sino la memoria que reproduce el enojo.
El dice que si sabemos ésto y lo recordamos, podemos cambiar este dato.
El Ho’oponopono que hacemos no es acerca de cambiar a otras personas,
porque las personas son perfectas. Lo que es imperfecto es el dato, y el
Ho’oponopono se trata de pedir a la Divinidad el que estos datos se
conviertan en Cero.
Borrando recuerdos reproduciendose en la mente subconciente.
Como humanos, tenemos “cosas” que pasan que no podemos evitar
por los recuerdos que se repiten en la mente subconciente, y nos
evita que experimentemos a la Divinidad.
Ho’oponopono sirve para borrar esos recuerdos que nos alejan de la
Divinidad.
¿Cuál es el problema?*
Lo otro que necesitamos saber, de acuerdo con el Dr. Len, es “Cual es el
problema y donde está el problema?
Todos los problemas son memorias
reproduciendose en nuestras mentes
subconcientes.
Siendo claro e Infinito
Cuando estamos claros, somos capaces de movernos por la vida sin
experimentar sobresaltos, enojos, resentimientos, culpas o problemas.
El Intelecto no puede cancelar recuerdos erróneos.
Nuestro intelecto no tiene la habilidad de cancelar memorias erróneas en
nuestra mente subconciente porque no es su función.
La función del intelecto es escoger si somos responsables al 100 % de todo
lo que experimentamos en la vida (o no).
Los recuerdos toman decisiones por nosotros.
Esta tambien científicamente comprobado que nuestra mente conciente no
toma decisiones. sino que los recuerdos en nuestra mente
subconciente definen las decisiones que tomamos.
Son los recuerdos los que nos hacen juzgar, enojarnos, resentirnos y la
mente conciente no toma decisiones.
El Dr. Len dice que cuando cambiamos los datos en nosotros que tenemos
en comun con otra gente, los borramos en nosotros y en ellos tambien.

Celebremos la vida !!!

jueves, 26 de abril de 2012

martes, 24 de abril de 2012

La audacia de vivir ---Osho

Si tuviera que resumir en una sola expresión cuál es la raíz de todos los males del alma que afligen a la mayoría de las personas que deciden recurrira la ayuda terapéutica para atravesar algún momento difícil de su vida,diría sin dudarlo un instante que es el miedo.
El miedo a vivir en todas susfacetas: miedo al vacío, a no ser queridas, a no dar la talla, a perder lo poco o mucho que creen poseer, a cambiar de trabajo, de casa, de amigos, de vida... En definitiva, el miedo a fluir con el presente, a arriesgarse a lo desconocido, a morir...Sin embargo, quien osa vivir plenamente no tiene miedo a la muerte, pues la muerte se está produciendo instante a instante con el renovarse de las células, la pérdida del cabello, la irrepetibilidad de una puesta de sol, la fugacidad de los buenos y de los malos momentos, la caída del telón, con o sin aplausos, al acabar cada una de las escenas del guión de nuestra vida.Toda mi vida, ha sido una carrera contra reloj para vencer distintos miedos: a la oscuridad y a la soledad en la infancia; a no ser adecuado o a carecer de un lugar propio en la adolescencia; a que no se realizasen nunca los sueños de juventud o a cometer un error irreparable en la elección de mi destino; a no merecer ser amado por el hecho de existir, en los primeros años de vida adulta; a no conseguir la excelencia en el desempeño de mis diferentes profesiones; a no dejar una huella tras mi muerte física...Cuando cumplí 50 años, tuve un sueño que cambió mi vida por dentro, aunque no se produjeron signos externos expectaculares:"Desde lo alto de una montaña, veo ascender por una de sus laderas a gentesque se precipitan por alcanzar la cima, dándose codazos, sobrecargadas defardos inútiles, sofocadas y a trompicones. .. Por la otra, descienden suavemente otras personas, que se entretienen en oler las flores del camino,disfrutando de cada una de sus vueltas y revueltas, con la mirada dirigida hacia el mar en el que desembocaba el descenso. Dejo mi mochila de trastos inútiles y me uno gozoso a esa especie de hermandad del lento caminar que acabo de descubrir".Al despertarme, me sentía ligero como el vuelo incesante de las golondrinas,rico como un campo inundado de retama, gozoso como el trino de los pájarosal alba. Muchos miedos empezaron a abandonarme desde entonces a su propio ritmo; entre ellos, el miedo al compromiso, a perder el tiempo, a entregarme a cambio de nada, a aceptar una sonrisa gratuita y transparente, a carecerde lo necesario en la vejez, a no llegar a la vejez...
Como dice con sencillez y claridad el escritor y guía espiritual Arnaud Desjardins, en su libro de próxima aparición en castellano, "La audacia de vivir", (Ediciones La Llave, Vitoria) de donde tomo el título de este artículo: "Atreverse a vivir es atreverse a morir en cada instante, pero también atreverse a nacer, es decir, franquear las grandes etapas de la existencia, en las que aquel o aquella que hemos sido muere para dar lugar a otra persona, con una visión del mundo renovada... hasta llegar a la etapa última del Despertar... ". Pero también consiste en vencer todos los miedos a lo que llevamos en nuestro interior": a nuestro demonio y a nuestro ángel internos, a nuestro inconsciente reprimido y a nuestro supraconsciente queespera ser revelado y actualizado. Tal vez, la audacia de vivir suponga simplemente responsabilizarnos de la inmensa libertad que tenemos para ser felices a partir de este mismo instante, sin posponerlo siempre para un mañana que nadie nos ha garantizado.
 A veces, sólo se necesita un pequeño acompañamiento, un empujón definitivo o, simplemente, atreverse a seguir AQUI Y AHORA el impulso del SER que aflora a cada instante.Quien identifica su miedo principal, puede dejar para el postre sus miedos secundarios. Lo peor es el miedo indeterminado que se convierte en angustia y que, como muy poéticamente expresa F.M. en su libro de relatos "Ciclos"(Ediciones Lengua de Trapo, Madrid, 2000) "El miedo que germina de la semilla abstracta de un desastre intangible establece pactos con la muerte.Quien los sufre en exceso tiende a hacer de su casa un ataúd y de su soledad un infierno. Es un temor que estanca. Nos convence de que el desasosiego proviene de un pasado inamovible."Mi experiencia me dice que el pasado sólo es inamovible si cristaliza en nuestra sangre y en nuestros huesos, convirtiendo nuestro presente en la repetición de un guión. Un guión, a cuyo protagonista -nosotros mismos-condenamos a morir lenta y repetidamente. Y sólo por no atrevernos a admitir pura y simplemente que somos el guionista, el director y el actor principalde nuestra propia vida, cuando nos decidimos a tener la audacia de vivir.
LaVida se convierte entonces en una auténtica Obra de Arte única e irrepetible.

OSHO

lunes, 23 de abril de 2012

LOS CUATRO CIEGOS Y EL ELEFANTE

Había una vez, por allá muy lejos en un país de Asia, cuatro sabios ciegos que nunca habían visto un elefante.

-¿Qué les parece si vamos donde nuestro generoso rey parar que nos enseñe su elefante manso? Dijo uno de ellos.
- ¡Si, vamos! Dijeron los otros.
Y a casa del rey llegaron los cuatro ciegos. Entraron por la puerta de oro y cuando estuvieron frente al soberano le dijeron:
-Venimos señor rey porque somos ciegos y como no conocemos los elefantes, venimos a que con tu bondad nos permitas conocerlo.
-Yo los conduciré para que con sus propios medios conozcan mi elefante.
Respondió el soberano y los condujo al establo, donde el paquidermo se disponía a comer un suculento plato de zanahorias. Cuando el rey les iba a indicar como acercarse al elefante, los ciegos corrieron hacia el animal para tocarlo y saber así como era.
Uno de ellos agarró una pata, el otro se le prendió de la cola y subía y bajaba en el aire sin soltarse; el tercero tocó con su bastón uno de los colmillos; el cuarto, ni siquiera llegó hasta el elefante, porque se tropezó con el plato de heno y cayó dentro del montón de zanahorias.
-¡Ya sé! Gritó el ciego que tenía al animal agarrado de la cola: “Los elefantes son como la cuerda de una campana”.
“Falso, falso” dijo el que estaba aferrado a la pata es grande y redondo como las columnas del castillo.“Los dos se equivocan, interrumpido el ciego que golpeaba y golpeaba con su bastón el colmillo, “los elefantes son duros y rígidos como un árbol”.“No señores”, dijo el que estaba dentro del platón y quien asombrado de la inmensa cantidad de alimento, sentenció:“Todos los elefantes son como un gigantesco conejo porque se alimentan con cientos de zanahorias”.
Calma, calma, dijo el rey. Ninguno ha podido saber cómo es el elefante porque solo han tocado alguna de sus partes. Vengan acá ahora, entre los cuatro, recorran con su manos al animal y conversen sobre él.

sábado, 21 de abril de 2012

Nadie puede darte el significado de tu vida.

 Nadie puede darte el significado de tu vida. Es tu vida y el significado ha de ser también el tuyo. Los Himalayas no te servirán de ayuda. Nadie más que tú puede encontrarlo. Es tu vida y solamente es accesible a ti. Solamente con el vivir te será revelado el misterio.
Lo primero que me gustaría decirte es: no lo busques en ninguna otra parte. No lo busques en mí, no lo busques en las escrituras, no lo busques en inteligentes explicaciones; son sólo justificaciones, no explican nada. Simplemente atiborran tu mente vacía, no te hacen consciente de lo que es. Y cuanto más está la mente atiborrada de conocimiento muerto, más torpe y estúpido te vuelves. El conocimiento hace a la gente estúpida, adormece su sensibilidad. Se atiborran de él, cargan con él, refuerzan su ego con él, pero no les aporta luz y no les indica el camino. No puede hacerla.
La vida ya está burbujeando en tu interior. Solamente puedes contactar con ella allí. El templo no está en el exterior; tú eres su santuario. Por eso lo primero que has de recordar, si quieres saber lo que es la vida, es: nunca la busques en lo exterior, nunca trates de descubrirla en alguien. El significado no puede ser transferido de este modo. Las Maestros más grandes nunca han dicho nada sobre la vida, siempre te han devuelto a ti mismo.
 
 Osho- El Arte de Morir

domingo, 15 de abril de 2012

LOS GRANDES MAESTROS

"La gente que aparece en nuestra vida y con la que estamos de acuerdo y
compartimos intereses similares, f¦áciles de aceptar, nos enseñan de hecho
muy poco. Pero, aquellos otros capaces de sacarnos de quicio y
encolerizarnos a la menor provocación son nuestros verdaderos maestros.

La persona que realmente puede perturbar tu estado de paz es
aquella que te recuerda que no te encuentras verdaderamente en el
estado de paz o iluminación que brota de la confianza.
En ese momento, esta persona se convierte en tu mejor maestro y es a ella
a quien debieras dar las gracias; y a Dios, por haberla enviado a tu vida.
Cuando llegue el día en que puedas trascender la cólera, la rabia y la
alterac¦ón que esa persona parece provocar, y decirle: «Gracias por ser mi
maestro», habrás reconocido a un compañero del alma.

Todo aquel que aparezca en tu vida y pueda sacarte de quicio y
hacerte sentir frenético es un maestro disfrazado de ser
manipulador ,desconsiderado,frustrante y no comprensivo.
La paz iluminadora significa que no sólo estás en paz con aquellos que
comparten tus intereses y que est¦án de acuerdo contigo, o con los extraños
que van y vienen, sino tambi¦én con aquellos maestros que te
recuerdan que todavía te queda mucho que hacer para estar en
paz contigo mismo.
Da gracias por todos esos grandes maestros espirituales que han aparecido
en tu vida en forma de hijos, cónyuges actuales o pasados, vecinos
irritantes, compañeros de trabajo, extraños detestables y otras personas
similares, pues ellos te ayudan a permanecer en estado de paz e
iluminación.
Te permiten saber día a día cuánto trabajo te queda realmente
por hacer, y en qué aspectos no has logrado aún dominarte a ti mismo."


Wayne Dyer

LECCION DE OPTIMISMO

“Ya véis que no soy un pesimista ni un desencantado, ni un vencido, ni un amargado por derrota ninguna: a mí no me ha derrotado nadie; y aunque
así hubiera sido, la derrota sólo habría conseguido hacerme más fuerte,
más optimista, más idealista; porque los únicos derrotados en este mundo
son los que no creen en nada, los que no conciben un ideal, los que no ven
más camino que el de su casa o su negocio, y se desesperan y reniegan de sí
mismos, de su patria y de su Dios, si lo tienen, cada vez que les sale mal
algún cálculo financiero o político de la matemática de su egoísmo.
Trabajo va a tener el Enemigo para desalojarme a mí del campo de batalla!
El territorio de mi estrategia es infinito, y puedo fatigar, desconcertar,
desarmar y aniquilar al adversario, obligándolo a recorrer distancias
inmensurables, a combatir sin comer, ni beber, ni tomar aliento, la vida
entera, y cuando se acabe la tierra, a cabalgar por los aires sobre corceles
alados, si quiere perseguirme por los campos de la imaginación y del
ensueño. Y después el Enemigo no puede renovar su gente, por la fuerza o
por el interés, que no resisten mucho tiempo; y entonces, o se queda solo,
o se pasa al Amor, y es mi conquista, y se rinde con armas y bagajes a mi
ejército invisible e invencible.”

Fragmento de una página del discurso de Joaquín V. González “La Universidad y el alma argentina” (18
de Septiembre de 1918)

EL VALOR DE LA PERSEVERANCIA

"No hay nada que ocupe el lugar de la perseverancia. Ni el talento: nada más frecuente que personas de gran talento que no tienen éxito. Ni el genio: los genios incomprendidos son casi el pan de cada día. Ni la educación: el mundo esta lleno de fracasados con educación. '
La perseverancia y la determinación son por sí mismas omnipotentes."

Calvin Coolidge
 

LA SINCERIDAD

Me dirá usted: “¿Y si los otros no comprenden que soy sincero?” ¡Qué le importa a usted de los otros! La tierra y la vida tienen tantos caminos con alturas distintas, que nadie puede ver a más distancia de la que dan sus ojos. [...] Me dirá usted: “¿Y si me equivoco?” No tiene importancia. Uno se equivoca cuando tiene que equivocarse. Ni un minuto antes ni un minuto después. ¿Por qué? Porque así l...o ha dispuesto la vida, que es esa fuerza misteriosa. Si usted se ha equivocado sinceramente, lo perdonarán. O no lo perdonarán. Interesa poco. Usted sigue su camino [...] Vea, amigo: hágase una base de sinceridad, y sobre esa cuerda floja o tensa cruce el abismo de su vida, con su verdad en la mano y va a triunfar. No hay nadie, absolutamente nadie, que pueda hacerlo caer. Y hasta los que hoy le tiran piedras, se acercarán mañana a usted para sonreírle tímidamente.Créalo, amigo. Un hombre sincero es tan fuerte que sólo él puede reírse y apiadarse de todo.

Roberto Arlt
 

FRASES SOBRE LA RESIGNACION

LA RESIGNACION ES UN SUICIDIO COTIDIANO /// BALZAC

SOBRE EL MAYOR CORAJE

"No conozco un valor mayor que el necesario para mirar dentro de uno mismo" (del muro de Luna Cortes)

sábado, 14 de abril de 2012

TE DESEO TIEMPO//POEMA DE INDIOS AMERICANOS

No te deseo un regalo cualquiera,
te deseo aquello que la mayoría no tiene,
te deseo tiempo, para reír y divertirte,
si lo usas adecuadamente podrás obtener de el lo que quieras.
Te deseo tiempo para tu quehacer y tu pensar
no sólo para ti mismo sino también para dedicárselo a los demás.
Te deseo tiempo no para apurarte y andar con prisas
sino para que siempre estés contento.
Te deseo tiempo, no sólo para que transcurra,
sino para que te quede:
tiempo para asombrarte y tiempo para tener confianza
y no sólo para que lo veas en el reloj.
Te deseo tiempo para que toques las estrellas
y tiempo para crecer, para madurar. Para ser tu.
Te deseo tiempo, para tener esperanza otra vez y para amar,
no tiene sentido añorar.
Te deseo tiempo para que te encuentres contigo mismo,
para vivir cada día, cada hora, cada minuto como un regalo.
También te deseo tiempo para perdonar y aceptar.
Te deseo de corazón que tengas tiempo,

tiempo para la vida y para tu vida.

EL PARAISO ---OSHO

EL PARAISO EN ESTA EN OTRO LUGAR
EL PARAISO NO ES ALGO GEOGRAFICO
NO ES POR ENCIMA DE LAS NUBES ,EN EL CIELO
ESTA DENTRO DE TI
NO ESTA EN NINGUN OTRO MOMENTO , DESPUES DE TU MUERTE
ESTA EN TU INTERIOR AHORA MISMO ,ESTAS HECHO DE EL
DE MODO QUE NO HACE FALTA BUSCAR EN NINGUN OTRO LUGAR
SUMERGIRTE PROFUNDAMENTE EN TU PROPIO SER
DE MODO QUE SOLO EXISTA TU CONCIENCIA
SENCILLAMENTE LA VIDA ES TODO
NO HAY NINGUN REFLEJO EN TU ESPEJO
EN ESE MOMENTO LLEGAS A CONOCER LO QUE ES EL PARAISO
NO LO HEMOS PERDIDO EN NINGUNA PARTE
EXISTE YA EN NUESTRO INTERIOR , SIEMPRE HA ESTADO AHI
PERO NUNCA BUSCAMOS DENTRO DE NOSOTROS MISMOS
NO HACEMOS MAS QUE BUSCAR EN EL EXTERIOR
DE AHI QUE NOS PERDAMOS NUESTROS PROPIOS TESOROS

Por que nos quejamos ????

Si llevas las velas recogidas, ¿por qué te quejas de no tener buen viento
que te impulse?
Si llevas enrollada tu bandera, ¿por qué te quejas de que los demás no se
contagien de tu verdad?
Si te sientas a la primera piedra, ¿por qué te quejas de quedar siempre en
medio del camino?
Si a la hora de la tempestad desistes de llevar el timón, ¿por qué te
quejas de tantos tumbos y de tanto andar a la deriva?
Si a la hora del dolor emponzoñas y ahondas la herida, ¿por qué te quejas
de no poder cicatrizarla?
Si lo que transmites es inquietud y desazón, ¿por qué te quejas de
quedarte cada día más solo?
Si a la hora de cooperar te encierras en tu concha, ¿por qué te quejas de
que el oleaje te pase por alto y barra contigo?
Si a la hora de hacer un recuento estás inconforme,
¿por qué te quejas si no has sabido vivir?
No abres surcos y anhelas siembra.
No nutres raíces y deseas tronco.
No pasas savia, y ansías frutos.
No te haces maduro, jugoso y sazonado, y sueñas
con que todo te florezca.
No andan tus pies, y quieres huellas.
No trabajan tus manos, y quieres obras.
No abres tus ojos a la vida, y quieres luz.
Por qué pides, si no sabes dar?
Por qué reclamas, si nada te sirve.

martes, 10 de abril de 2012

EL PERDON, LA RESTAURACIÓN DE LA PAZ

El perdón es una restauración de la mentalidad comprensiva. Significa que hemos eentrado en una dimensión de entendimiento o de consciencia en que nos liberamos de nuestros juicios negativos y de las culpas decretadas.

El perdón es un retorno a la mentalidad recta: nuestra mente  se da cuenta que las manifestaciones de cada uno corresponden a las actitudes y comportamientos que su personalidad puede emprender y que nuestras elecciones provienen de nuestras condiciones particulares. 

La comprensión nos lleva a la paz.

Cuando decidimos “perdonar” a otros simplemente estamos aceptando las limitaciones de sus personalidades, su vulnerabilidad, su susceptibilidad a errar, su ignorancia,  tal vez su desbordado egoísmo...

Los juicios negativos que hacemos expresan claramente nuestra percepción -cómo definimos a otros y cómo interpretamos sus hechos o sus manifestaciones de vida. También esos juicios que emitimos nos definen a nosotros: qué visión tenemos, que tan flexibles somos, cómo es nuestra tolerancia y nuestra capacidad para entenderlos.

Podemos darnos cuenta que cada uno actúa según sus condiciones subjetivas y según las circunstancias de tiempo y espacio que atraviesa. Las acciones y comportamientos de cada uno son sus manifestaciones singulares.
El perdón es la percepción ajustada a los ritmos y la interacción progresiva de la vida.

Hay dos disposiciones humanas avasalladoramente conflictivas y egocéntricas: lo que llamamos orgullo y la tendencia a juzgar negativamente –lo que hacemos cuando nos plantamos ante otros como sus opuestos y adversarios.

Cuando elegimos subjetivamente esas dos alternativas disociadoras, psicológicamente adoptamos posiciones de ataque o defensa discriminando a los seres humanos que confrontamos desde la altivez retadora e impositiva del orgullo o desde la terquedad y dureza de nuestros juicios.

En otra vertiente, los juicios negativos contra las acciones de otros o contra ellos por lo que hicieron, son una reacción de rechazo y de discriminación que adopta quien juzga.

¿Quién o qué fue herido o afectado por las acciones de otros?

Hay un “yo” o ego que se atribuye o se asigna la función de exponer su orgullo lastimado y de juzgar a otros.

El orgullo es una idea o un conjunto de ideas que exaltan atributos o creencias que exhibimos como superiores o como dignos de culto y reconocimiento –el orgullo por apellidos o ancestros, por alguna condición de grupo o de territorialidad, por alguna jerarquía o posición competitiva y socialmente alcanzada, por algunas posesiones materiales privilegiadas que hemos recibido y que otros no tienen…

Habiendo asumido que algo representa un motivo de orgullo adherimos a ello confiriéndole una valoración o rango de exclusividad que debemos defender y ostentar (tal vez como nuestro trofeo o nuestra condición particular que nos eleva sobre otros).

El “orgullo herido” y los juicios negativos que proferimos nos impulsan a protagonizar nuestros papeles de ofendidos y de víctimas (los desvalidos en la vivencia común) y a señalar a otros como ofensores, victimarios y culpables.

Cuando  asumimos que “nuestro orgullo ha sido herido” o que otros “actuaron mal” les atribuimos la culpa.

La culpa es sinónimo de pecado, la transgresión de una norma moral que dictamina los comportamientos y las acciones humanas.

Otros pueden determinar nuestras culpas y acusarnos públicamente. También nosotros podemos sentirnos culpables de algo (percibimos la culpa como un estado de malestar ante los hechos).

El orgullo herido debe ser reparado según las exigencias del ego: el culpable identificado deberá ser doblegado y castigado también para vengar la afrenta padecida.

En el elemental razonamiento del ego todos los conceptos están definidos muy rígida y mecánicamente –la ofensa, la culpa, el resentimiento, el juicio, el castigo, la venganza…

En la dimensión del ser –la psiquis de cada uno-, la vida es un escenario de interacción, de relaciones donde expresamos nuestras personalidades en nuestras acciones y comportamientos. Podemos actuar allí acogedores, solidarios y constructivos, o podemos actuar hostiles, codiciosos y destructivos. Alternamos nuestros roles en la dualidad, de un extremo a otro hasta que alcanzamos nuestra paz.

Cada personalidad tiene sus rasgos propios que la retratan como diferente. En algunos períodos de nuestras historias podemos demostrar nuestras  cualidades de altruismo, afecto, hospitalidad, consideración hacia los demás; en otros períodos podemos ser disociadores, ambiciosos, caprichosos y agresivos.

Las características de nuestras personalidades podemos expresarlas en las relaciones y bajo las condiciones de las situaciones que atravesamos.

Lo más deplorable y oscuro de esa personalidad en evolución puede aparecer  allí, y también lo más amable y luminoso.

Cuando predominan las características negativas o adversas de la personalidad, las manifestaciones externas pueden ser marcadamente violentas y destructivas.

Cuando predominan las características positivas o armoniosas de la personalidad, las manifestaciones externas pueden ser acogedoramente apacibles y constructivas.

Bajo las condiciones  de cada momento –personalidad y circunstancias-,  el ser humano sensato y ecuánime actúa respetuosamente con los demás; el ser humano tonto y perturbado actúa despectivamente respecto a los demás -posiblemente en su mente ofuscada no tenga la capacidad temporal de evaluar qué tan violentas son sus acciones ni qué consecuencias atrae contra sí como represalia (puede representar el papel de un tonto reducido a su restringido ambiente hogareño que solo afecta a sus allegados o el de un tonto con una posición de gran influencia, por lo que sus elecciones pueden afectar a un  gran número de seres humanos).

Llegados al término de su jornada, el rey y el mendigo son solo dos caminantes fatigados y tristes que han experimentado sus papeles afanosamente: uno se creyó elegido por la providencia para  doblegar a otros y ser servido y el otro se creyó víctima de un destino injusto y cruel que lo condenó al sufrimiento y al hambre. 

Esperando el instante en que deberán partir, ambos están preocupados y abatidos porque no lograron comprender  cuál era su aprendizaje y la relación armoniosa que pudieron cumplir. Sin embargo, el viejo rey conserva aún algún fulgor desafiante de soberbia en la mirada y el viejo pordiosero algún gesto mezcla de impotencia y de aflicción.

Cuando dejamos de juzgar negativamente, nos liberamos de las culpas propias y ajenas y empezamos a reconocer nuestra paz.

Hugo Betancur (Colombia)

domingo, 8 de abril de 2012

SI LA OBRA DE TU VIDA

Si la obra de tu vida puedes ver destrozada
y sin decir palabra, volverla a comenzar;
o perder en un día la ganancia de ciento
sin un gesto ni un suspiro…
Si puedes ser amante y no estar loco de amor,
si consigues ser fuerte sin dejar de ser tierno,
y sintiéndote odiado, sin odiar a tu vez,
luchar y defenderte…
Si puedes soportar que falseen tus palabras
los pícaros para excitar a los tontos:
y oir cómo sus lenguas falaces te calumnian
sin que tú mismo mientas…
Si puedes seguir digno aunque seas popular;
si consigues ser pueblo y dar consejo a los reyes;
y a todos tus amigos amar como a un hermano
sin que ninguno te absorba…
Si sabes meditar, observar, conocer,
sin llegar a ser nunca destructor o escéptico;
soñar, mas no dejar que el sueño te domine;
pensar, sin ser sólo un pensador…
Si puedes ser severo sin llegar a la cólera;
si puedes ser audaz sin pecar de imprudente;
si consigues ser bueno y logras ser un sabio
sin ser moral ni pedante…
Si alcanzas el triunfo después de la derrota
y acoges con igual calma esas dos mentiras;
si puedes conservar tu valor, tu cabeza
cuando la pierdan otros…
Entonces, los Reyes, los Dioses, la Suerte y la Victoria
serán ya para siempre tus sumisos esclavos
y, lo que vale más que la Gloria y los Reyes:
serás Hombre, hijo mío.

SI NO PUEDES

Si no puedes ser pino de la cumbre
sé la mata del valle, la más linda
de las matas que van junto al arroyo;
sé el arbusto, si el árbol está arriba.
Si no llegas a arbusto, sé la hierba  
que al camino feliz y humilde vista; de no ser almizcleña, sé la atocha que entre todas el lago más estima.
Tripulantes, si no los capitanes
que un lugar siempre guárdanos la vida,
hay que hacer cosas grandes y pequeñas,
pero siempre ha de hacerse la más chica.
De no ser el camino, sé el sendero,
si no el sol, sé la estrella que titila,
no busquemos tamaño en la pelea
sino ser el mejor en nuestras filas.

Douglas Malloch

PIU AVANTI!

No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y acomete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua, y no la implora...
¡Que muerda y vocifere vengadora
ya rodando en el polvo, tu cabeza!
 
 
Almafuerte  

¡AVANTI!

¡Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas:
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.

Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.

Obcecación asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...
¡Todos los incurables tienen cura
cinco minutos antes de su muerte!

 
Almafuerte

miércoles, 4 de abril de 2012

Que nos pasa ?????

"Lo que nos pasa es que no sabemos lo que nos pasa.
Por eso nos pasa lo que nos pasa".
Ortega y Gasset.

Si piensas que estás vencido

Si piensas que estás vencido, ya lo estás,
si piensas que no te atreves, no lo harás,
si piensas que te gustaría ganar, pero no puedes,
es casi seguro que no lo lograrás.

Porque en el mundo encontrarás que el éxito
empieza con la voluntad del hombre.
Todo se halla en el estado mental.
Porque muchas carreras se han perdido
antes de haberse corrido,
y muchos cobardes han fracasado
antes de haber iniciado su trabajo.

Piensa en grande y tus hechos crecerán,
piensa en pequeño y quedaras atrás,
piensa que puedes y podrás;
todo esta en el estado mental.

Si piensas que tienes ventaja,ya la tienes;
tienes que pensar bien para elevarte,
tienes que estar seguro de ti mismo,
antes de intentar ganar un premio.

La batalla de la vida no siempre la gana
la persona más fuerte o ligera,
porque tarde o temprano, la persona que gana,
es aquella que cree que puede hacerlo.


Rudyard Kipling

La Paz en el mundo

Para que haya paz en el mundo,
es necesario que las naciones vivan en paz.
Para que haya paz entre las naciones,
las ciudades no deben levantarse una contra otra.
Para que haya paz en las ciudades,
los vecinos deben entenderse.
Para que haya paz entre los vecinos,
hace falta que reine la armonía en el hogar.
Para que haya paz en casa,
hay que encontrarla en el corazón de cada uno
.”

Lao Tse

Tus habitos hablan de ti

Tus hábitos hablan de ti, no tus palabras. En tus pensamientos pueden habitar miles de sueños, pero son tus actos los que hacen que puedan hacerse realidad. La mejor de las intenciones queda eclipsada por el peor de los actos. Si yo deseo lo mejor para mi familia, pero actúo de forma egoísta y desinteresada, nada de lo que pienso es la realidad. Materializa lo que hay en tu mente, haz que sea verdad. Saca lo que llevas dentro y deja que la libertad guíe tus pasos. No tengas miedo a actuar, no tengas temor por el poder que corre por tus venas.

lunes, 2 de abril de 2012

EL PODER DE LA GRATITUD

La belleza tiene muchos aspectos. La gratitud es uno de ellos. Cuando no sientes carencia, entonces experimentas gratitud. No puedes ser agradecido cuando sufres carencias. Cuando sientes carencia, comienza la queja en algún rincón de tu cabeza. Si estás quejoso, se incrementará tu negatividad. Si no tienes este conocimiento, no hay forma de que puedas escaparte de la queja constante, porque una vez que comienzas a quejarte, lo harás durante toda tu vida. Sientes que algo te falta hoy y mañana también. Este circuito no tiene fin. Se convierte en tu propia naturaleza. Y es entonces cuando comienzas con las demandas y allí aparecen las demandas, tu mente ya no piensa con claridad, no funciona debidamente. ¡Y… naturalmente, tiendes a perderlo todo!
Esta es la razón por la cual que Jesús dijo: "A aquellos que tienen, más se les dará; pues para los que no tienen, aún lo que tengan se les quitará". Si eres agradecido, muchas más cosas fluirán hacia ti. Pero cuando uno se queja y gruñe todo el día, lo poco que tenga, como ser el poquito de dicha, paz o amor con que llegó a este mundo, lo perderá.
Esto explica porqué las abuelas en India tiene el hábito de decir: " ¡Todo está lleno!". Porque si algo no está completamente lleno o está vacío, ellas nunca dicen: "Está vacío, no hay más." Ellas dirán: " ¡Tenemos mucho de esto!". Cuando tu mente se percata de la plenitud, tu conciencia aprecia que tienes suficiente y entonces crece en ti el sentido de abundancia.
El sentir que no tienes, solamente es una actitud dentro de ti. ¡Es la dirección hacia la cual te estás dirigiendo! Cualquier cosa que sea en lo que repares, eso es lo que abundará. Plantas semillas y ellas crecen y se hacen abundantes. Si la semilla es una semilla de carencia, sólo aumentará la carencia en tu vida. Abre los ojos y ve todo lo que has dado. Cuando –a través de este conocimiento- reconozcas lo que se te ha dado, entonces serás agradecido. Estando en ese agradecimiento, todo crece, la vida crece. Del mismo modo, si te concentras en lo que no tienes, se desarrollará la carencia en tu vida simplemente porque sólo percibes las carencias. ¡El amor llega a su máxima plenitud cuando no lo demandas! Para cualquiera de ustedes que ame a alguien… primero es indispensable saber que esa persona los ama mucho. Porque si dudan del amor de alguien, entonces sin importar lo mucho que reciban de él o ella, sus dudas –de todos modos- crecerán. La gratitud viene con el Conocimiento. Con el Conocimiento de que la Divinidad te ama y cuida de ti y de que por esta razón es que Él creó este hermoso universo. Profesa gratitud por todo lo que la naturaleza te dio. ¡Ten fe en que toda la creación te ama!
¿Por qué fracasó el comunismo? Tuvo la genial política de "dar a los que no tenían". Así que les dio. No obstante, ¿qué ocurrió? Como nación, toda ella se empobreció más y más, sobretodo en el plano material, puesto que la conciencia de todos estaba impregnada de un sentimiento de carencia. "A la gente le falta…, la gente no tiene"…Este era el único pensamiento, la única idea, la única conciencia. Y esa fue la semilla que sembraron allí.
Sin Conocimiento y sin sabiduría, no hay progreso; aún el regalo más precioso que puedas tener en la vida, se vuelve feo. ¡Sé agradecido y observa como todo irá fluyendo hacia ti!

SRI SRI RAVI SHANKAR

LA egolatria

Un hombre del Tao es ordinario, normal, absolutamente normal. Nadie sabe quién es, nadie sabe qué lleva en él, nadie conoce su tesoro. Nunca hace publicidad, nunca trata de demostrar nada. Pero ¿por qué lo hacemos nosotros? A causa del ego. No estáis satisfechos con vosotros mismos, solo lo estáis cuando los demás os aprecian. La opinión de los demás es más valiosa que vuestro ser. Miráis en los ojos de los demás como si fuesen espejos y si os aprecian, si os aplauden, entonces os sentís bien.
El ego es un fenómeno falso. Es la acumulación de las opiniones de los demás, no es un conocimiento del yo.
Este yo, el llamado yo que en realidad es el ego, no es más que la acumulación de reflejos y también del miedo. Los demás pueden cambiar de opinión; siempre se está a expensas de lo que ocurra. Si dicen que sois buenos, tenéis que seguir sus reglas para seguir siendo buenos, debéis seguirles para continuar siendo buenos a sus ojos, porque una vez que han cambiado de opinión dejaréis de ser buenos. No contáis con una relación directa con vuestro ser, sino que es a través de los demás. Así que no solo os prodigáis, sino que magnificáis y falsificáis. Puede que tengáis un poco de verdad, un poco de belleza, pero la magnificáis y se convierte en algo ridículo.
Pensáis que todo el mundo os copia y en realidad sois vosotros los que no dejáis de copiar. Sois como un papel carbón, no una persona real, porque una persona real nunca necesita hacer demostración alguna.
¿Adónde llegáis con ello? A tener la falsa sensación de que sois importantes, extraordinarios.
Lo extraordinario no tiene que ver con lo que hacéis, sino con quiénes sois. Y ya sois extraordinarios; todo el mundo es único, no es necesario demostrarlo. Si se intenta demostrar, entonces se acaba demostrando lo contrario. Si algo ya es lo que es, ¿cómo podéis demostrarlo? Si tratáis de hacerlo, simplemente demostráis que no sois conscientes de la singularidad que ya sois.
Así que si queréis demostrar algo, es que tenéis dudas acerca de ello. Lo que pretendéis es destruir vuestras dudas a través de los ojos de los demás, a través de sus opiniones. No estáis verdaderamente convencidos de ser personas hermosas, sino que queréis que sean los demás los que lo digan.
Puede que penséis que sois una persona hermosa, pero nadie lo piensa de vosotros porque todo el mundo está ocupado con su propia belleza, no con la vuestra. Y si alguien asiente y dice: “Sí, eres hermosa o hermoso”, es que está esperando a que digáis lo mismo acerca de él o ella. Se trata de un acuerdo mutuo: tú colmas mi ego y yo colmo el tuyo. Y todo el mundo parece tener la misma necesidad de sentirse único. Eso significa que no habéis dado con vuestro propio ser, que es único, sin necesidad de probarlo. Las demostraciones son necesarias para las mentiras, no lo olvidéis.
Las demostraciones solo son necesarias para las mentiras; la verdad no necesita ninguna demostración. Lo es, simplemente lo es.

OSHO

La mente y el presente

La mente es una máquina de desear. La mente siempre está deseando, siempre está buscando algo, pidiendo algo. El objeto siempre está en el futuro; a la mente no le interesa en absoluto el presente. En este mismo momento, la mente no puede moverse: no hay espacio. La mente necesita el futuro para moverse. Se puede mover en el pasado o en el futuro. No puede moverse en el presente; no hay espacio. La verdad está en el presente, y la mente siempre está en el futuro o en el pasado, de manera que no hay ningún encuentro entre la mente y la verdad.
Cuando la mente busca objetos mundanos, no es difícil, el problema no es absurdo; se puede resolver. Pero cuando la mente empieza a buscar la verdad, el esfuerzo mismo se vuelve un desatino, porque la verdad está aquí y ahora, y la mente siempre no está aquí. Así que lo primero que hay que comprender es: no puedes buscar la verdad. La puedes encontrar, pero no la puedes buscar. La búsqueda misma es el obstáculo.

En el momento en que empiezas a buscar, te has ido del presente, te has alejado de ti mismo, porque tú siempre estás en el presente. El buscador siempre está en el presente y la búsqueda está en el futuro; no te vas a encontrar con lo que estás buscando. Lao Tsé dice: «No busques; de lo contrario, errarás. No busques, encuentra. No busques y encuentra.»

Lo que estás buscando ya está aquí. Hay que traer la mente del buscar al no-buscar. Es difícil. Si lo piensas intelectualmente, es muy difícil. ¿Cómo traer la mente del buscar al no-buscar?, ¡porque entonces la mente convierte el no-buscar mismo en su objeto! La mente dice entonces: «No busques.» La mente dice entonces: «No debería buscar.» La mente dice entonces: «Ahora, no-buscar es mi objeto. Ahora deseo el estado de no-deseo.» La búsqueda ha vuelto, el deseo ha vuelto por la puerta de atrás. Por eso hay gente que busca objetos mundanos y hay gente que piensa que está buscando objetos no mundanos. Todos los objetos son mundanos, porque «buscar» es el mundo.

De modo que no puedes buscar nada que no sea mundano. En cuanto buscas, se convierte en el mundo. Si estás buscando a Dios, tu Dios forma parte del mundo. Si estás buscando la liberación, tu liberación forma parte del mundo, tu liberación no es algo que transcienda el mundo, porque buscar es el mundo, desear es el mundo. Así que no puedes desear el nirvana, no puedes desear el no-deseo. Si tratas de entenderlo intelectualmente, se convertirá en un acertijo.

Si practicas una técnica, tu mente abandonará su viaje al futuro o al pasado. De pronto te encon¬trarás en el presente. Por eso Buda ha dado técnicas, Lao Tsé ha dado técnicas, Krishna ha dado técnicas. Pero ellos siempre presentan sus técnicas con conceptos intelectuales. Sólo Shiva es diferente. Él da técnicas inmediatamente, sin comprensión intelectual, sin introducción intelectual, porque sabe que la mente es tramposa, la cosa más astuta que existe. Puede convertir cualquier cosa en un problema. No buscar se convertirá en el problema.

Así que lo que cuenta es estar aquí y ahora. Puedes intentarlo, pero el esfuerzo puede resultar vano; porque si te esfuerzas por estar en el presente, este esfuerzo se mueve hacia el futuro. Cuando preguntas cómo estar en el presente, de nuevo estás preguntando sobre el futuro. Este momento está pasándose por alto en la indagación: «¿Cómo estar presente? ¿Cómo estar aquí y ahora?» Este momento presente está pasándose por alto en la indagación, y tu mente comenzará a tramar y a crear sueños en el futuro: algún día estarás en un estado de mente en el que no hay ningún movimiento, ningún motivo, ninguna búsqueda, y entonces habrá dicha.

OSHO

Porque y para que generamos enfermedades

El cuerpo es muy obediente. Cuanto más sano está el cuerpo, más obediente es. Un cuerpo sano es un cuerpo obediente. Un cuerpo enfermo es un cuerpo que ha dejado de obedecer: tenemos sueño, pero el cuerpo se niega a dormir; tenemos hambre, pero el cuerpo no quiere comer. Un cuerpo que deja de obedecer es un cuerpo enfermo, y el cuerpo que obedece es un cuerpo sano, porque el cuerpo nos sigue como una sombra. La dificultad surge cuando el cuerpo deja de obedecer.

La mayoría de nuestras enfermedades son sólo un engaño. Casi un cincuenta por ciento de nuestras enfermedades son falsas. La causa de que en el mundo haya más enfermos no es que aumenten las enfermedades, sino que aumenta la falsedad del hombre. Procurad entender bien esto. Al aumentar los conocimientos y las condiciones económicas, debería descender el número de enfermedades. Pero esto no ha sucedido, pues ha seguido aumentando la capacidad del hombre para mentir. El hombre no sólo miente a los demás, sino que también se miente a sí mismo. También crea nuevas enfermedades.

Si la medicina no consigue curaros, sabed bien que vuestra enfermedad no es curable por medio de la medicación. La causa de la enfermedad se encuentra en alguna otra parte; no tiene nada que ver con la medicación. Podéis maldecir a la medicina y decir que los médicos son unos estúpidos porque no encuentran el tratamiento adecuado para vosotros; podéis probar la medicina ayurvédica o la naturopatía; podéis recurrir a la alopatía o a la homeopatía: nada dará resultado. Ningún médico puede serviros de nada, por la sencilla razón de que un médico sólo puede tratar una enfermedad verdadera; no puede controlar una enfermedad falsa. Y lo más interesante es que vosotros os afanáis en producir enfermedades como éstas y que queréis que perduren.

Más de un cincuenta por ciento de las enfermedades femeninas son falsas. Las mujeres han aprendido desde su infancia una fórmula: sólo reciben amor cuando están enfermas, y no de otro modo. Cuando la esposa está enferma, algunos maridos no va a su trabajo, toman una silla y se sientan junto a la cama de ella. Quizás se esté maldiciendo a sí mismo por hacerlo, pero lo hace. Así, siempre que una mujer quiere recibir atenciones de su marido, cae enferma enseguida. Saben que, estando enfermas, pueden dominar a toda la casa.

La persona enferma se convierte en un dictador, en un tirano. Si la persona dice: “¡Apagad la radio!”, la apagan inmediatamente. Si la persona dice: “Apagad las luces y acostaos”, o “Quedaos todos en casa; que no salga nadie”, los familiares hacen lo que dice. Cuando mayor sea la tendencia dictatorial de una persona, más enferma se pondrá; pues ¿quién está dispuesto a herir los sentimientos de un enfermo? Pero esto es peligroso. De esta forma, estamos contribuyendo en realidad a la enfermedad. Es bueno que un marido se siente junto a su esposa cuanto ésta está sana; es comprensible. Pero, desde luego, no debe dejar de ir a la oficina cuando ella está enferma, fomentando así su enfermedad. Es una solución demasiado costosa.

Una madre no debe prestar demasiada atención a su hijo cuando éste cae enfermo; de lo contrario, el niño caerá enfermo siempre que quiera que le presten atención. Cuando el niño cae enfermo, no os preocupéis tanto por él para que no se establezca en su mente ninguna asociación entre enfermedad y amor. El niño no debe captar la impresión de que siempre que caiga enfermo su madre lo acariciará y le contará cuentos. Por el contrario, la madre debe mimar al hijo cuando éste esté feliz, para que el amor se asocie a la alegría y a la felicidad.

Hemos asociado el amor a la desgracia, y eso es muy peligroso, porque significa que, siempre que alguien necesite amor, llamará a la desgracia para que pueda venir después el amor. Pero nunca se encuentra al amor por la enfermedad. Recordadlo: la enfermedad produce lástima, no amor, y ser objeto de lástima es insultante, es muy degradante. El amor es una cosa completamente diferente. Pero no tenemos conciencia del amor.

OSHO

La mochila que cada uno lleva

Una vez, un faquir judío se alteró mucho por sus problemas. ¿Quién no se altera? A todos nos molestan nuestros infortunios, y lo que más nos molesta es ver felices a los demás. Vemos nuestra tristeza y vemos las caras de los demás. No vemos la tristeza en los demás; vemos sus ojos alegres, las sonrisas en sus labios. Si nos miramos a nosotros mismos, vemos que, a pesar de tener problemas interiores, mantenemos la sonrisa exterior. En realidad, la sonrisa es una manera de ocultar la tristeza.Nadie quiere dar muestras de que es infeliz. Si la persona no puede ser verdaderamente feliz, al menos quiere dar muestras de que ha llegado a ser feliz, porque dar muestras de ser infeliz provoca grandes sentimientos de humillación, de pérdida y de derrota. Por eso mantenemos externamente una sonrisa, e internamente nos quedamos como estamos. Interiormente se siguen acumulando las lágrimas; exteriormente practicamos nuestras sonrisas. Así, cuando alguien nos mira desde el exterior, nos encuentra sonrientes; pero cuando esa persona mira dentro de sí misma encuentra allí tristeza.
Y eso se convierte en un problema para él. Cree que todo el mundo es feliz, que solo él es infeliz.Lo mismo le sucedía a este faquir. Una noche, en sus oraciones a Dios, dijo:
-No te pido que no me envíes infelicidad, porque si merezco la infelicidad entonces debo recibirla, sin duda; pero al menos puedo pedirte que no me envíes tantos sufrimientos. Veo que la gente ríe en el mundo y que yo soy el único que llora. Todo el mundo parece feliz, y yo soy el único infeliz. Todo el mundo parece alegre; yo soy el único triste, perdido en la oscuridad. Al fin y al cabo, ¿qué mal te he hecho? Hazme el favor, te lo ruego: entrégame la infelicidad de alguna otra persona a cambio de la mía. Cambia mi infelicidad por la de cualquier otro que quieras, y la aceptaré.

Aquella noche, mientras dormía, tuvo un sueño extraño. Vio una mansión enorme en la que había millones de ganchos. Entraban allí millones de personas, y cada una llevaba a la espalda un fardo de infelicidad. Al ver tantos fardos de infelicidad se asustó mucho y se desconcertó. Los fardos que llevaban las demás personas eran muy semejantes al suyo. Todos los fardos tenían exactamente el mismo tamaño y forma. Sintió una gran confusión. Siempre había visto sonreír a su vecino; y todas las mañanas, cuando el faquir le preguntaba cómo marchaban las cosas, éste le decía: “Todo va bien”. Y aquel hombre cargaba entonces con la misma cantidad de infelicidad.

Vio a políticos con sus seguidores, a gurús con sus discípulos, y todos llegaban con una carga del mismo tamaño. Los sabios y los ignorantes, los ricos y los pobres, los sanos y los enfermos: todos llevaban una misma carga en sus fardos. El faquir estaba atónito. Veía por primera vez los fardos: hasta entonces, sólo había visto las caras de la gente.

De pronto, una fuerte voz llenó la sala: “¡Colgad vuestros fardos!” Todos, hasta el faquir, hicieron lo que les mandaban y colgaron sus fardos en los ganchos. Todos se apresuraron a quitarse de encima sus problemas; nadie quería cargar con sus desgracias ni un segundo más, y si se nos brindase a nosotros esa misma oportunidad, también los colgaríamos enseguida.

Después se oyó otra voz que decía: “Ahora, cada uno de vosotros debe tomar el fardo que prefiera.” Podemos sospechar que el faquir tomo inmediatamente el fardo de otra persona. Pero no cometió tal error. Aterrorizado, se apresuró a tomar su propio fardo antes de que lo tomara otra persona: de lo contrario, tendría un problema, pues todos los fardos parecían iguales. Pensó que era mejor cargar con su propio fardo: al menos, lo que había en él le resultaba familiar. ¿Quién sabe qué desgracias había en los fardos de los demás? La desgracia que nos resulta familiar es un tipo menor de desgracia: es una desgracia conocida, una desgracia reconocible.

Así, presa de pánico, corrió a tomar su propio fardo antes de que nadie más pudiera ponerle las manos encima. Pero cuando miró a su alrededor descubrió que todos los demás habían corrido también a tomar sus propios fardos; nadie había elegido un fardo que no fuera el suyo. Preguntó:
-¿Por qué tenéis tanta prisa por tomar vuestros propios fardos?
-Nos asustamos –le respondieron-. Hasta ahora, habíamos creído que todos los demás eran felices, que sólo nosotros éramos desgraciados.

A todos los que interrogaba el faquir en aquella casa le respondían que siempre habían creído que todos los demás eran felices.

-Incluso creíamos que tú también eras feliz –le dijeron-. También tú andabas por la calle con una sonrisa. Nunca nos imaginamos que también tú llevabas dentro un fardo de desgracias.

El faquir preguntó, lleno de curiosidad:
-¿Por qué recogisteis vuestros propios fardos? ¿Por qué no los cambiasteis por otros?
-Hoy, cada uno de nosotros ha rezado a Dios diciéndole que queríamos cambiar nuestros fardos de desgracia –le respondieron-. Pero cuando vimos que las desgracias de los demás eran iguales, tuvimos miedo: nunca nos habíamos imaginado tal cosa. De modo que supusimos que era mejor recoger nuestro propio fardo. Es familiar y conocido. ¿Por qué caer en desgracias nuevas? Con el tiempo, también nos acostumbramos a las desgracias viejas.

Aquella noche nadie recogió un fardo que perteneciera a otra persona. El faquir se despertó y dio gracias a Dios misericordioso por haberle permitido recuperar sus viejas desgracias, y decidió no pedir nunca más una cosa así en sus oraciones.

OSHO

LOS 10 ERRORES METAFÍSICOS MÁS COMUNES

1. ENVOLVERSE EN UNA BURBUJA DE PROTECCIÓN, O EN UNA LUZ, O EN COLOR, O EN ÁNGELES, O EN CUALQUIER OTRA FORMA QUE PROTEJA DE LOS PELIGROS QUE EXISTEN AFUERA
Lo único que logra este tipo de ejercicio es fomentar la idea de que algo externo puede tener más poder que nosotros. Nuestra mente percibe que hay algo allí afuera que puede, por ejemplo, lastimarnos o hacernos daño. Pero, según las enseñanzas espirituales. TODO ES DIOS; por lo tanto, nada puede hacernos daño.
2. ENVIAR LUZ A OTROS PARA QUE MEJOREN
Se puede enviar luz o energía a otras personas para que se curen de cierta enfermedad, para que mejoren su situación económica, su vida afectiva, y demás. La mayoría de estos ejercicios se parecen más a una forma de manipulación que a una verdadera ayuda espiritual. Primero y principal: si se va a ayudar a otro, hay que asegurarse de que la persona lo pida y lo necesite. Si esto no se da, tenemos que trabajar con lo que estamos percibiendo, porque el problema es algo personal que nos atañe a nosotros mismos y no a la persona que está sufriendo.
La mayoría de los problemas son sólo momentos de prueba que está viviendo un individuo; son necesarios y muy útiles para el “despertar de su conciencia”
3. CREER QUE VAMOS HACIA DIOS, QUE EVOLUCIONAMOS ESPIRITUALMENTE
No vamos hacia Dios, YA ESTAMOS EN DIOS. Todo lo que nos rodea forma parte del gran cuerpo universal de Dios. No evolucionamos espiritualmente. Nuestro Espíritu es Perfecto y Completo; no puede ni tiene que evolucionar. En realidad, es un problema semántico, ya que la evolución espiritual no existe. Lo que queremos significar con eso es el despertar de nuestra Conciencia a esa perfección y cuanto más rápido lo hacemos, más plenos y felices vivimos. Tal vez el error provenga de las enseñanzas religiosas que nos dicen que Dios está “en el cielo”, como si nosotros estuviéramos separados de El. Nosotros y el “cielo” somos UNO, y debemos aprender a reconocerlo y a vivenciarlo; en eso consiste nuestra Evolución de Conciencia o Despertar Espiritual.
4. ANGUSTIARSE O PREOCUPARSE CUANDO HAY UN FAMILIAR ENFERMO O ATRAVESANDO ALGÚN TIPO DE CRISIS
En nuestra cultura está bien visto que uno se aflija o sufra a la par de sus seres queridos; sin embargo, eso sólo aumenta el pesar. Si interpretamos nuestro pesar desde otro nivel, esto significa que creemos más en el poder de la enfermedad o la crisis que en la solución. Cuando uno se aflige por la enfermedad de un ser querido, agrava esa enfermedad, le da más fuerza y poder. La solución es hacer un esfuerzo personal y reconocer que, más allá de nuestro entendimiento, hay una Inteligencia Superior que está actuando y que tiene el poder de restaurar completamente a nuestro ser querido, si así lo desea dicha persona. Lo mismo ocurre con cualquier tipo de problema o crisis. Si nos afligimos, es porque nuestro ego ha aceptado que hay una fuerza más potente que el Poder Divino.

5. CREER QUE UNO HA SIDO “ELEGIDO” POR DIOS
Muchas personas que estudian en escuelas esotéricas se sienten especiales y evolucionadas. Sienten que Dios los ha conducido al lugar adecuado para su crecimiento y evolución; que la información que va a recibir es muy importante y no puede divulgarse a personas que no están tan evolucionadas, porque no tienen la capacidad para entenderla o para darle un buen uso. Esta presunción se convierte en una forma de arrogancia, nada espiritual, que nos hace pensar que somos privilegiados, especiales, elegidos, y que los demás están descarriados o perdidos en la vida. Esta forma de arrogancia también se ven en las religiones que se sienten propietarias de Dios. Si uno no sigue su culto, está perdido. .

6. SACRIFICARSE POR OTROS
No hay nada más inútil e insatisfactorio que sacrificarse por los demás. Las tareas que se hagan por los demás deberán hacerse con amor o, de lo contrario, evitarse. Todo lo que se hace con amor es placentero; por lo tanto, no pesa ni molesta. Por el contrario, todo lo que se hace con sacrificio genera presión interna, rencor, enojo, molestia y, a veces, hasta odio. El sacrificio por los demás está aprobado socialmente y es muy bien visto.
7. DEPENDER DE AMULETOS, ESTAMPAS RELIGIOSAS, CRISTALES, VELAS, IMÁGENES, O CUALQUIER OTRO TIPO DE ELEMENTO
El problema es que la mayoría de estos elementos se convierten en amuletos y les damos más poder del que en realidad tienen. Hay personas que se sienten indefensas sin su cruz, la estampita de su santo protector, su cristal preferido o cualquier otro amuleto de su preferencia. El amuleto pasa a ser Dios. Vivir pendiente de un objeto es limitar la Presencia Divina a ese objeto.
8. CREER QUE UNO PUEDE GUIAR A OTROS O QUE PUEDE SER GUIADO
Todos aprendemos y enseñamos al mismo tiempo. Por tal motivo, es conveniente mantener una actitud receptiva hacia las señales que recibimos de nuestro entorno y ver qué resonancia producen en nuestro interior. No eres el salvador ni la guía de nadie. Ninguna vida depende de tus conocimientos ni de tus esfuerzos. Esto es cierto también al revés. Nadie te rescatará ni te salvará, excepto tú mismo. El mejor Guía con que contamos está dentro de Nosotros.
9. CREER QUE LOS MAESTROS ESPIRITUALES SON AQUELLOS QUE NOS PROVEEN DE LA INFORMACIÓN TEÓRICA
Tendemos a caer muy fácilmente en la creencia de que las personas que nos enseñan son adelantados y que ya han superado muchas pruebas en su vida. En algunos casos, esto es totalmente cierto; en otros, no. El hecho de que una persona transmita una determinada información no la coloca en un grado superior. Debes recordar que cualquier forma de idealización o selectividad corresponde al terreno del ego.
Los verdaderos maestros espirituales son aquellos que nos ponen a prueba y vienen “disfrazados” de hijos, padres, jefes, amigos, enemigos, animales, plantas y demás. Son aquellos que nos traen problemas. Ellos son los que realmente nos enseñan las lecciones que tenemos que aprender porque nos ponen a prueba. Todas las religiones del mundo enseñan que Dios es Amor, que vivir con Dios significa expresar Amor a los demás. Algunas personas asisten a templos, iglesias, o escuelas esotéricas, donde reciben esta información, pero luego van a sus casas y se pelean con sus familiares, critican a sus vecinos, odian a sus jefes, a los políticos, a los animales, a individuos de otras razas o culturas.
Ellos todavía no han aprendido la lección y la vida los llevará a enfrentarse una y otra vez con la misma situación o persona… hasta que aprendan a mostrar amor.
Haciendo una comparación con la enseñanza tradicional, los líderes espirituales o religiosos son los “libros” que nos dan la información; las personas que nos traen problemas son los maestros que “nos toman el examen” para ver si pasamos la prueba o no. Existe una Ley en el Universo: Todo lo que nos molesta, complica, enreda, o todo lo que odiamos, se nos “pega”. Esto ocurre hasta que aprendemos a amar la situación. Entonces, ese problema o esa persona se convierten en el maestro espiritual de ese momento.

10. CREER QUE UNO NO PUEDE ENOJARSE, TEMER, O SENTIR CUALQUIER OTRA EMOCIÓN NEGATIVA POR ESTAR EN EL CAMINO ESPIRITUAL
Esta creencia nos lleva a una gran represión de la ira y de los enojos, que hacen su reaparición más tarde bajo la forma de rencor, crítica o rechazo.
La mayoría de las personas que transitan el terreno espiritual son muy exigentes consigo mismas y pretenden erradicar completamente de sus vidas este tipo de reacciones. Esto no resulta desacertado pero se logra a través de un proceso. Sé amable contigo mismo y, de vez en cuando, date el permiso necesario para maldecir, golpear un almohadón, gritar, llorar y expresar, como mejor te resulte, todas las emociones negativas que te toca vivir.
La mayoría de los errores aquí enunciados están generados por la actitud crítica de nuestro propio ego. El ego no puede desaparecer porque necesitamos de él para actuar en este plano. La “solución” es ponerlo alineado con nuestro Espíritu.